Comenzamos septiembre y empezamos a sentirnos cansados, somnolientos e incluso apáticos y desmotivados.
Afrontar de nuevo toda la rutina y las tareas diarias se hace muy cuesta arriba.
En teoría deberíamos estar con las pilas cargadas ya que acabamos de volver de vacaciones, pero resulta que nos pasa todo lo contrario.
¿Por qué?
Los cambios de estación influyen en nuestro nivel de energía y estado emocional. Los que más nos afectan son el otoño y la primavera.
La causa principal es el cambio en las horas de luz y oscuridad. Ahora en otoño, hay menos horas de luz solar y más de oscuridad. También nos afecta mucho los cambios de clima.
Todo esto produce desajustes en nuestro organismo. Nuestros ritmos circadianos (que son los que controlan el tiempo de sueño y vigilia) han de cambiar y adaptarse a las nuevas condiciones. Cambian los patrones de sueño, la liberación de hormonas como la melatonina o la serotonina.
Nos toca volver a regular muchas de nuestras funciones fisiológicas.
En otoño además, sumamos los cambios en el ritmo de vida, volvemos con la rutina de horarios, la vuelta al trabajo, el comienzo del curso escolar, etc. Se nos hace duro tener que renunciar a ese maravilloso tiempo libre.
Así que tenemos por delante una temporadita en la que nuestro organismo está sometido a un poco más de estrés, hasta que conseguimos poner otra vez todo en su sitio y re-adaptarnos.
Si a esto le sumamos que no conseguimos dormir bien, ya tenemos la tormenta perfecta.
¿Podemos hacer algo?
Si. Podemos facilitar esta transición y que no nos caiga como un mazazo
PLANTAS ADAPTÓGENAS
Si hablamos de astenia otoñal, tenemos que hablar de plantas adaptógenas. Pueden ayudar al organismo a adaptarse al entorno.
Tienen en común que a lo largo de la evolución, estas plantas se han adaptado a las condiciones de vida más severas, incluidas las glaciaciones.
No son reforzantes vitamínicos ni estimulantes, son plantas que equilibran el organismo en función a sus necesidades. Tienen la capacidad de normalizar sus funciones cuando están alteradas. Por ejemplo, pueden activar el metabolismo y por otra parte, relajar la mente.
En otoño serán de gran utilidad adaptógenos como el Eleuterococo, que fortalece el sistema nervioso, ayuda con la fatiga y mejora concentración y memoria. La Rhodiola que alivia síntomas del estrés como la fatiga y la debilidad y también puede mejorar el decaimiento psíquico.
VITAMINAS Y MINERALES
Aumentar la cantidad de vitaminas, minerales y algunos nutrientes, puede ayudarnos a sentirnos con más energía, ya que en estos procesos adaptativos, el desgaste de nuestro organismo es mayor. Si ves que lo necesitas, también puede ser el momento de tomar multivitamínicos.
Minerales como el magnesio, que además de ser relajante, participa en el metabolismo energético contribuyendo a la liberación de energía.
Vitaminas del grupo B que ayudan al proceso de obtención de energía de los alimentos. También ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso.
Otras vitaminas como C, A y E son también importantes en ésta época, ya que ayudan a controlar el daño producido por los radicales libres debido al estrés oxidativo.
También podemos contar con la ayuda de aminoácidos, como el triptófano que contribuye a mejorar el sueño y el estado de ánimo, la L-theanina que ayuda en la concentración, contribuye a reducir el estrés y mejorar el descanso.
OTROS CONSEJOS
Y por supuesto, imprescindible cuidar tu alimentación. Alimentos de temporada, ya que la tierra sabe lo que necesitas. Incorpora setas y hongos a tu dieta, también son grandes adaptógenos.
Mantén un buen ritmo de actividad física. Ésto mejorará tu niel de energía.
Respeta el descanso que te pide tu cuerpo, duerme lo suficiente y mantén buenos horarios.
Busca siempre la forma de mejorar tu gestión emocional.
Con todo esto, ya puedes recibir al otoño con los brazos abiertos!
Asesórate siempre antes de tomar complementos alimenticios, ya que cada uno de nosotros somos diferentes y necesitamos cosas distintas. En esto podemos ayudarte desde la farmacia.
Farmacia Serra Mandri
