El otoño se alarga hasta el solsticio de invierno, el 21 diciembre; un tiempo magnífico que hay que aprovechar para disfrutar de los paisajes teñidos de rojo, naranja y amarillo que te ofrece la naturaleza. Y también de los sabrosos y nutritivos alimentos que nos regala la madre tierra.
Atrás quedan las frutas llenas de agua que calman la sed del verano para dar paso a vegetales con mayor densidad nutricional, ricos en vitamina C, betacarotenos y otras muchas vitaminas y minerales.
Según la Medicina Tradicional China (MTC) esta estación del año está representada por el elemento Metal, de color blanco. Los órganos que le corresponden son pulmones e intestino grueso cuyo sabor está asociado al picante. Este elemento se nutre del elemento Tierra, de color amarillo, cuyos órganos son bazo, páncreas y estómago, y cuyo sabor dominante es el dulce.
Es por eso que en las frutas que encontramos durante el otoño domina este sabor: el caqui o palo santo, la granada, la chirimoya, la nuez, la castaña, la pera, la manzana, la uva, la mandarina y la naranja tienen estas características.
Las verduras también siguen el mismo patrón, dulce y de colores cálidos, como la calabaza, el boniato, la zanahoria. También pueden ser de color blanco y algo picantes (elemento metal), como el nabo, la coliflor, la col, el repollo o el rábano. Son alimentos que nos brindan nutrientes específicos y compuestos activos para proteger las mucosas y potenciar la salud de los pulmones y el intestino grueso, órganos que suelen debilitarse con el frío.
Pero aparte de la relación con los elementos que dicta la MTC, también hay una explicación a nivel bioquímico. Estos alimentos tienen compuestos beneficiosos como los pigmentos anaranjados que indican presencia de betacarotenos (provitama A o retinol), fundamental para el buen funcionamiento de las células de las mucosas que recubren el tracto digestivo, las vías respiratorias y urinarias. Por eso, cuando ingerimos estos alimentos, estamos reforzando nuestras defensas frente a agentes nocivos.
Receta de flan de castañas y coco
Y para terminar, aquí tienes una receta dulce y saludable para que disfrutes del otoño, a cucharadas.
Ingredientes
Para 10-12 flanes necesitas: 1 molde y 1 batidor manual
- 250g de castañas cocidas y peladas
- 250ml de leche de coco
- 250ml de agua de coco
- 10 ml de agar-agar en polvo
- Un pellizco de sal
- 1 cucharada sopera de kudzu, deshecho en 125 ml de agua fría
- 3 cucharadas de azúcar panela o azúcar de coco
- 1 cucharadita de canela en polvo
Paso a paso
1. Cubre el fondo del molde con un poco de azúcar de coco.
2. Pon en un cazo con agua, el agar-agar, las castañas cocidas, la leche de coco y la sal.
3. Hierve 3 minutos tapado a fuego suave.
4. Vierte el kudzu (ya diluido), remueve constantemente hasta que hierva y espese así evitarás los grumos.
5. Apaga el fuego.
6. Tritura la mezcla con el azúcar y la canela en polvo.
7. Rellena el molde y deja enfriar completamente antes de desmoldar.
Para acompañar el flan, quizás te gusten estos versos de Rubén Darío dedicados al otoño.
“Las hojas amarillas caen en la alameda,
en donde vagan tantas parejas amorosas.
Y en la copa de otoño un vago vino queda
en que han de deshojarse, Primavera, tus rosas.”
Rubén Darío
Desde Farmacia Serra queremos agradecer la elaboración de este reportaje a:
Cristina García Mozley / Mireia Marín Antón
Dietistas integrativas
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