Extracto Pfaffia: Originaria de la Amazonia, la pfaffia o ginseng brasileño es una de las plantas más conocidas de la medicina tradicional. Este activo mítico y elixir de vida con virtudes inigualables maximiza el aporte de elementos esenciales para el crecimiento óptimo del cabello mediante la activación de la microcirculación a través del VEGF, factor de crecimiento del pelo. Su eficacia anticaída está registrada con una patente. Aceite esencial Naranjo: La naranja dulce, importada de las faldas del Himalaya por los navegantes portugueses, fue una fruta de lujo hasta la primera mitad del siglo XX. El aceite esencial que se extrae de la corteza de este árbol es conocido por su fragancia suave y exquisita, que posee propiedades calmantes, aunque también resulta eficaz por su efecto estimulante de la microcirculación y sus propiedades purificadoras. Aceite esencial Lavanda: La lavanda se descubrió en Persia en la Antigüedad. Esta pequeña flor de color malva-azulado emana un perfume único y fue utilizada por los romanos para aromatizar el baño y relajarse. El preciado aceite esencial que se obtiene por destilación es conocido por sus propiedades antisépticas y relajantes. Extracto e Curbicia: La curbicia se obtiene por hidrólisis de las semillas de la calabaza, un procedimiento exclusivo patentado por los Laboratorios René Furterer, con una eficacia antiseborreica tres veces superior. Resulta ideal para tratar el cuero cabelludo con tendencia grasa, ya que regula de manera permanente la hiperproducción de sebo en el núcleo de la glándula sebácea, causa de la caída progresiva del cabello. Extracto de Citrus Aurantium: El naranjo amargo, conocido también como agrio, es originario de China y posee múltiples virtudes. Los extractos de la corteza y las hojas mejoran la vascularización gracias a su alto contenido en flavonoides. La HMC (hesperidina metil chalcona), que se obtiene de las hojas, previene el endurecimiento de las fibras de colágeno, un fenómeno que favorece la caída del cabello. Extracto de regaliz: Esta planta, originaria del este del Mediterráneo y de Asia occidental, crece de forma silvestre en los prados. En el sigo IV a. C. se utilizaba en el desierto junto con el queso de yegua para combatir la sed. Actualmente, se emplea por sus propiedades antitusivas, antiespasmódicas, digestivas y antiinflamatorias. El estearil glicirretinato, que se obtiene del extracto natural de regaliz, reduce la microinflamación del bulbo piloso, un factor que favorece la caída del cabello. |