La Reflexología Reparadora Facial es una técnica terapéutica, en la que cada punto del mapa facial actúa como un interruptor emisor/receptor hacia el órgano correspondiente, e interviene tanto en el tratamiento como en su regulación. En la multirreflexología estimulamos puntos y zonas del rostro para movilizar el proceso de autorregulación.
Los resultados y repuestas de esta terapia son rápidos, gracias a la proximidad del rostro con el cerebro. La cara, que es de fácil acceso, está considerada como lugar de información y control de todo el cuerpo.
Tanto en la medicina ancestral, la moderna, la acupuntura y en la experiencia clínica, se han hallado conexiones importantes entre las diferentes partes de la cara y su correspondencia en el cuerpo. Así queda reflejado en varias imágenes esquemáticas de todo el cuerpo en la cara, que también se han podido reconocer, detallar e identificar, como, por ejemplo: la raíz de la nariz corresponde a las cervicales, y las rodillas se encuentran en la comisura de los labios.
En el año 1980 el profesor Bui Quoc Chau, acupuntor, descubre un método mediante el cual establece nuevos puntos energéticos distintos a los ya conocidos en acupuntura.
La reflexología reparadora facial es una técnica que además de basarse en la medicina oriental, también combina técnicas ancestrales, experiencias milenarias, investigaciones recientes de la neuro anatomía y fisiopatología. Consiste en estimular con la ayuda de un masaje ciertas zonas de nuestro organismo conocidas como reflejas, utilizando para ello nuestros dedos o manos. Efectuaremos círculos en determinados puntos, estiramientos cortos, largos y bombeos. Con ello se va enviando directamente un estímulo a la zona u órgano correspondiente al punto o zona de la cara, con los cuales podemos diagnosticar si la persona puede padecer alguna dolencia en algún órgano o en algún lugar determinado del cuerpo.
Indicaciones
La reflexología reparadora facial es un sistema de diagnóstico y tratamiento, que va a buscar la causa de los desequilibrios que desencadenan las dolencias: dolor de cabeza, de espalda, estrés, depresión, alteraciones emocionales, dolencias físicas: Lumbalgias, esguinces, quistes.
Es compatible con cualquier tratamiento y para cualquier edad. Carece de contraindicaciones.
Beneficios de la reflexología reparadora facial
- Aumento de la circulación sanguínea estimulando todo el cuerpo, interna y externamente.
- Efecto drenante de la linfa eliminado las toxinas del cuerpo.
- Regula la parte química y emocional del cuerpo obteniendo óptimos resultados en patologías musculares, articulares….
- Reequilibrio del sistema circulatorio nervioso, energético y relajante.
- Alivia nuestros males de forma sencilla, eficaz y rápida sin necesidad de los cuidados inmediatos de un médico.
- Recupera la salud sin precisar inicialmente medicación.
Tratamientos
- Depende del estado de salud: físico, orgánico y emocional: Estrés, Ansiedad…
- También influyen otros factores: alimentación, fármacos, estimulantes….
- Sesión de 45 a 60 minutos.
- Recomendación como mínimo 10 sesiones, dependiendo del desequilibrio y opcionalmente alguna sesión recordatoria.
Protocolo
El tratamiento consta de nueve pasos:
1º.- Paso linfático con acción sobre el sistema nervioso vegetativo parasimpático, con efecto sedante anti estrés.
2º.- Estimulación circular en puntos neurovasculares concretos en ambos lados de la cara y frente.
3º.- Localización y exploración de las zonas, para encontrar dónde hallamos los depósitos que determinan el origen de la enfermedad.
4º.- Tratar la zona correspondiente al órgano donde hemos encontrado el mayor depósito.
5º.- Trabajaremos sobre el esquema corporal externo del cuerpo.
6º.- Estimulación de las zonas reflejas de la corteza cerebral.
7º.- Tratar los puntos neurovasculares con posterior bombeo sobre los mismos.
8º.- Presión sobre los puntos correspondientes al órgano con mayor deposito.
9º.- Masaje en distintas zonas de la cara unificando ambos hemisferios.
Montse Grifoll
Enfermera Diplomada
Farmacia Serra agradece la colaboración de Montse Grifoll por la redacción de este artículo.
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