Algunos estudios han avanzado la hipótesis de una relación entre el síndrome de fatiga crónica y carencias del oligoelemento magnesio y de una acción favorable de la complementación con este mineral.
No sería extraño, pues el magnesio tiene papel importante en más de 300 reacciones bioquímicas del ser humano, incluyendo las que transforman los carbohidratos y lípidos en energía para el organismo y en las que rigen el metabolismo de los músculos.
Por otro lado se ha avanzado la teoría de que los individuos con fibromialgia podrían tener dificultad para producir o aprovechar el ácido málico. El déficit de ácido málico en los músculos podría tendría un papel en la sintomatología de la enfermedad.
La justificación teórica del empleo de ácido málico en las personas con fibromialgia se basa en el importante papel que posee esta sustancia en el ciclo de Krebs. Mientras el magnesio ayuda a activar la producción de ATP, el ácido málico permite al cuerpo su actuación más eficiente, en situaciones de hipoxia, es decir de bajo nivel de oxígeno. La condición fisiológica denominada hipoxia, es un fracaso en el mecanismo de entrega en el transporte del oxígeno a las células del músculo y causa la fatiga rápida de músculos.
El ácido málico tiene un papel importante fisiológico para prevenir el inicio de hipoxia. La persona afectada de fibromialgia sufre muchos dolores vagos y dolores por todas partes del cuerpo, los procesos subyacentes fisiológicos que gobiernan este desorden podrían tener que ver con los responsables de la hipoxia.
A raíz de unos estudios clínicos que se fueron realizando a partir de 1990, como el de la Universidad de San Antonio Texas y realizado en 1995 por los Dres. RUSSELL I. J.; MICHALEK J. E.; FLECHAS J. D.; ABRAHAM G. E.; que se publicó en la revista Journal of Rheumatology, y que consideró favorable en enfermos de fibromialgia la complementación con ácido málico en cantidades de 1600mg asociado con 400mg de Magnesio, muchos especialistas en esta problemática tan actual, consideran conveniente intentar de forma rutinaria, esta complementación en los pacientes con fibromialgia.
El Dr Jorge Flechas, ha participado en dos estudios sobre ácido málico y magnesio en relación con la fibromialgia, y comenta una reducción en muchos pacientes del dolor a las 48 horas de iniciar el tratamiento. Comenta que tiene una experiencia de más de 500 casos, con un 90% de resultados favorable en mayor o menor grado. Al parecer los pacientes advierten un alivio que desaparece a las 48 h de cesar el tratamiento.1
1. EL ÁCIDO MÁLICO Y LOS ALIMENTOS
El ácido málico se produce en el cuerpo y está presente en las manzanas, de donde le viene el nombre. También lo encontramos en otras frutas, como las peras, el membrillo, la uva (donde juega además un importante papel en el proceso de vinificación y en el sabor final del vino joven) y en otros alimentos.
2. EL ÁCIDO MÁLICO Y EL DEPORTE
El ácido málico también está siendo investigado para otras posibles aplicaciones, relacionadas con el deporte, dado que puede tener una acción favorable en la resistencia física de deportistas de fondo. Como el ácido málico juega un papel significativo en la prevención de deficiencia de oxígeno en el músculo, el ácido málico podría ayudar a aumentar el rendimiento deportivo maximizando la producción de energía en el cuerpo.
3. CONTRAINDICACIONES Y EFECTOS SECUNDARIOS
El ácido málico parece ser inocuo en las dosis recomendadas. Algunas personas pueden presentar alguna intolerancia gastrointestinal, traducida en diarreas en dosis altas. Con la adición de magnesio se pueden acentuar debido al carácter laxante de este mineral.
4. EMPLEO DEL ÁCIDO MÁLICO Y EL MAGNESIO
Existen productos comercializados, de ambos productos, y el ácido málico está disponible en el mercado para posibles formulaciones magistrales. Se puede emplear disuelto en zumo de manzana o zumo de uva.
1. G.E. Abraham and J.D. Flechas, J of Nutr Medicine 1992; 3: 49-59
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