Farmacia Serra es una farmacia con 1oo años de historia familiar, de las que hay pocas.
Desde sus inicios en la Barcelona de principios del siglo XX hasta el mundo tecnológico y digital de hoy, hay toda una historia.
Entrevistamos a Joan María Serra Mandri, la tercera generación de esta familia de farmacéuticos.
¿Cómo funcionaban las farmacias en la época de tu abuelo?
Mi abuelo Juan Serra Millas abrió la farmacia en 1922. Siempre hemos estado en la Avenida Diagonal de Barcelona, sólo que mi abuelo la abrió en el número 456 y ahora estamos en el 478, ya ves que no nos fuimos muy lejos.
Los medicamentos tal como ahora los conocemos, estaban en sus inicios. Muchos se preparaban en la farmacia, eran fórmulas magistrales y la mayoría de ingredientes eran de origen vegetal.
La mayoría de estos medicamentos se hacían en el mismo mostrador delante del cliente o el médico, que se esperaba un rato tranquilamente hasta que la fórmula estaba acabada. Era otro talante.
Hoy en día esto sería impensable. Tenemos un espacio específico de laboratorio para la elaboración de las fórmulas magistrales, con tecnología avanzada, principios activos y excipientes muy nuevos.
En la farmacia conservamos aquel mostrador modernista de principios de siglo XX en el que trabajaba mi abuelo, con muchos de sus botes de cerámica, incluso algunos todavía contienen producto de semillas.
En aquellos días siempre estaban trabajando, no tenían fiestas, ni vacaciones. Recuerdo cuando mi padre dispuso por primera vez de una semana de vacaciones.
¿Cómo recuerdas a tu padre en la farmacia?
Mi padre, Juan Serra Bonafé, se incorporó a la farmacia muy joven, con 14 años y con muchas trabas, debido al servicio militar y la guerra. Al finalizar la Guerra Civil fue cuando la farmacia se trasladó al número 478, que es dónde continuámos ahora. Era un gran experto en formulación magistral.
Mi abuelo y mi padre elaboraban ellos mismos los extractos vegetales y las tinturas galénicas.
¿Cómo fueron tus comienzos en la farmacia?
Yo empecé mientras estudiaba la carrera de Farmacia. Me incorporé de forma más continuada 1978.
Fui desarrollando gran experiencia en fórmula magistral y elaboración de medicamentos, en parte gracias al amplio conocimiento de mi padre. Somos una de las pocas farmacias que aún conserva esta especialización.
También estudié la especialidad de óptico, todavía no se porqué, nunca me ha servido de mucho...
¿Cuál es el origen de vuestra dedicación a las plantas medicinales?
Fué a través de mi tío, hermano de mi padre. Era doctor en farmacia y además fraile capuchino. Tenía una gran afición por la botánica. La recolección de plantas medicinales y su estudio era nuestro hobby, especialmente en las excursiones que hacíamos por el Pirineo.
Para mí fue muy natural introducir la fitoterapia en la farmacia.
En el año 1980 introdujimos la homeopatía. Fuimos uno de los pioneros en España, inspirados por la tendencia de países europeos, sobre todo de Francia. Yo paso temporadas allí (mi abuela era catalana-francesa) y no entendía como allí todas las farmacias tenían homeopatía y aquí se desarrollaba de una forma extrafarmacéutica y casi escondida.
Fui creando todo un equipo especializado en fitoterapia, homeopatía, nutrición, suplementación, aromaterapia, y cosmética natural y bio.
Hemos hecho de esta pasión por la medicina natural, nuestra especialización.
¿Cómo ves el futuro de la farmacia?
Veo muy claro que nos queda mucho camino por delante. Mi hija, María Serra Llenas, es ya la cuarta generación de farmacéuticos/as.
Con su generación nos hemos integrado en el mundo digital y tecnológico.
Fuimos una de las primeras farmacias en disponer de un canal de venta online. Creamos nuestra primera página web en 2002. En esta parte de la farmacia online participa también otra de mis hijas, Gemma Serra.
Además nos hemos ido integrando también en el mundo de las redes sociales.
Contamos con un blog especializado en salud natural con más de 600 reportajes online.
Desde hace muchos años nos gusta organizar conferencias divulgativas sobre salud natural. Yo creo que habremos organizado más de 100.
Antes lo hacíamos en formato presencial, pero durante la Pandemia tuvimos que adaptarnos y pasamos al formato online. Los cambios suceden y hay que buscar la forma de evolucionar con ellos.
Nuestra rebotica de hoy es absolutamente diferente a la de mi abuelo, el almacenaje y dispensación de medicamentos está robotizado y nuestro laboratorio cuenta con tecnología avanzada.
Han cambiado muchas cosas en estos 100 años. Hemos recorrido mucho camino hasta aquí. Siempre nos hemos adaptado a una sociedad en constante cambio.
No sabemos por dónde nos llevará el futuro, pero quizás lo mejor está todavía por llegar.