Micosis cutáneas, tratamiento natural

Micosis cutáneas, tratamiento natural

Se denominan así, los trastornos dermatológicos originados por una proliferación anormal de hongos.

Las infecciones dermatológicas por hongos son siempre un reto para la consulta del médico de criterio naturista, pues la tenacidad de la infección y sus recidivas frecuentes hacen que no siempre los tratamientos se culminen con un éxito rápido y duradero. Afectan al 25% de la población.

ACTUACION SOBRE EL  MEDIO: ALCALINIZAR LA PIEL

Determinados productos naturales poseen interesantes efectos antifúngicos, aplicables en las micosis cutáneas, al ejercer una acción directa o al variar las condiciones del sustrato y dificultar el crecimiento de los hongos. El alcalinizar la piel, o también acidificarla notablemente, próximo a PH 3’5, dan buenos resultados.

El sulfato de magnesio, (Sales de Epsom) aplicado en forma de baños es un buen tratamiento para las infecciones cutáneas por hongos, especialmente el pie de atleta. En la práctica, se sumergen los pies durante 30 minutos en un baño con solución de Sal de Epsom, dos veces al día. El bicarbonato sódico puede emplearse también de forma similar, con 4 cucharadas soperas por litro de agua, o bien espolvoreando directamente los pies con el producto-

El Vinagre de vino o de manzana, en solución acuosa concentrada, durante 15-20 min. dos veces al día es eficaz en las micosis de piel, uñas y cabello.

ENFOQUE HOMEOPÁTICO DEL TRATAMIENTO

Por el carácter oportunista de muchas infecciones puede ser necesario un tratamiento de base, no olvidar pues que un estimulante de la inmunidad puede ser necesario. La fitoterapia puede ser un buen apoyo, y puede recurrirse a la clásica ECHINACEA.

Tratamiento local: Será preciso combinar un tratamiento local con un tratamiento general basado en las cepas homeopáticas más adecuadas. El tratamiento local más habitual del médico homeópata ha sido el empleo de la Tintura madre de Caléndula, que puede enriquecerse actualmente, con aceites esenciales que potencian su acción, y que comentamos más adelante.

En el caso concreto de la pitiriasis versicolor, caracterizada por la proliferación de lesiones escamosa en forma de manchas pálidas en el tronco que se desescaman fácilmente, el tratamiento externo se realiza aplicando por todo el cuerpo un champú de selenio o zinc, tres veces por semana, tres semanas.

Tratamiento general homeopático

Como las micosis cutáneas se desarrollan en terrenos debilitados, no debemos olvidar la repercusión física de un posible stress psíquico, y sus consecuencias depresoras de la inmunidad.

Puede ser necesario tratar este problema con cepas como:

Ignatia, muy indicada cuando el origen está en una tristeza profunda, antigua.

Gelsemium si el problema es más reciente.

Staphysagria si el desencadenante proviene de una sensación de injusticia o de humillación.

Los remedios generales tales como Sulphur, Psorinum, Arsenicum álbum son los cabeza de lista para reequilibrar el enfermo, cuando son repetitivas, severas o resistentes.

Las cepas más indicadas para los síntomas cutáneos causados por hongos son las siguientes:

Sepia officinalis, Mercurius solubilis y Monilia albicans a la 5 CH, tomando 3 gránulos tres veces al día.

Cuando la micosis se presenta en forma de placas eccematosas: Sepia officinalis y Arsenicum iodatum 5 CH, tres granulos tres veces al día.

En el caso de la tiña, producida por dermatofitos, se emplea Berberis vulgaris 5 CH. Hay que pensar en esta cepa si se presentan lesiones en forma de círculos, acompañadas de descamación y picor y el centro de la lesión permanece intacto.

Las micosis en las uñas pueden tratarse con Graphites y Antimonium crudum.

En el intertrigo de los pliegues, se administra Grafites 15 CH, o bien Natrum sulfuricum 15CH, pudiéndose asociar Dulcamara, si se presenta humedad y maceración. En algunos casos Calcarea carbonica.

En la pitiriasis versicolor un buen remedio es Arsenicum álbum 5CH.

El especifico Sulphur complejo de Lenhing, los franceses, lo recomiendan especialmente si el desencadenante es emocional.

OLIGOELEMENTOS

Los prescriptores interesados en la oligoterapia, como un apoyo para sus terapias, los terapeutas manuales es un ejemplo, pueden prescribir la toma diaria de oligoelementos del terreno:

El Azufre, Selenio y el Zinc, tienen una actividad interesante en los individuos propensos a las micosis. Es interesante la oligoterapia cuando los brotes aparecen regularmente, tras modificaciones hormonales periódicas, o por razones genéticas.

COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS Y EXTRACTOS FITOTERÁPICOS

Las micosis cutáneas no se tratan únicamente con complementos alimenticios, pero pueden tener una acción favorable los que aporten azufre, zinc, selenio y magnesio. También los ricos en aminoácidos azufrados: cistina, cisteína y metionina pueden ser adecuados. En general pueden ser convenientes todas las combinaciones inmunoestimulantes, con Echinacea, y también con Própolis; las antioxidantes con vitaminas y flavonoides; las drenadoras cutáneas con Bardana.

Extractos fitoterápicos tan conocidos como los de olivo (hojas), semilla de pomelo, Té verde, Nogal, Pau D´Arco, podrían ser productos favorables, para mejorar las micosis.

En 1969 un virólogo de los laboratorios UPJOHN company de Kalamazoo USA, Harold E. Renis,  aisló un primer componente antibiótico de la hoja del olivo, muy eficaz in vitro. Pensó que podía ser el antibiótico “milagro” capaz de no crear resistencias. Los estudios prosiguieron y se llegó a aislar la Oleoeuropeina. Este interesante producto es activo a nivel general frente a micosis y virosis.

Se emplean mucho actualmente los extractos de semilla de pomelo, producto de origen natural obtenido del extracto de pomelo. El modo de empleo es el siguente: Aplicar algunas gotas sobre la parte afectada puras o diluidas en un poco de glicerina vegetal. Tomar por vía oral 20 gotas 3 veces al día de Citrobiotic o Citriplus, ambos son de marcas de calidad, Nutrinat y Sura Vitasan respectivamente.

Un estudio reciente, ha demostrado la eficacia del Té verde, tipo Bancha, muy empleado en Japón, en el tratamiento de las micosis cutáneas.

Se puede proceder de la forma siguiente: Se combinan dos tomas diarias de infusión de 2 minutos de Té verde Bancha, 20 minutos después de las comidas, se combina con aplicaciones externas en forma de compresas y baños de pies. (El Dr. Jörg Schweikart, es autor de un artículo interesante sobre el Té verde Bancha).

Se emplea como anti fúngico el extracto de las hojas de nogal, en aplicación tópica. Las propiedades antifúngicas de la Juglona, un componente de las hojas de nogal, están confirmadas por estudios in vitro.

El Lapacho o Pau D´Arco es una planta con virtudes antifúngicas. Lo tenemos disponible en planta para efectuar decocciones y en cápsulas. La decocción se efectúa con 1 cucharada sopera bien colmada en ½ litro de agua, se hierve 5 minutos, y se deja 15 minutos en reposo. Se bebe y se aplica localmente. Secar bien a continuación. Es curiosa la característica natural de este árbol que no sufre la agresión de los hongos, en un entorno natural, húmedo.

El Gel de Aloe Vera posee cualidades antinflamatorias y antifúngicas. Se toma por vía oral, y se aplica sobre la piel. Emplear en forma de gel. Disponible de varios proveedores. Una marca de calidad es Lily of the Desert, marca de origen USA una referencia en este producto.

La cúrcuma, muy empleada actualmente es antinflamatoria y antifúngica. Su principio activo es la Curcumina. Ha sido objeto de estudios en animales de laboratorio ratones y cobayas. Es muy útil en micosis orogfaringeas y cutáneas, producidas por hongos y levaduras. Los resultados obtenidos son muy buenos. En la candidiasis se observa una mejor actuación asociada con la Vitamina C. Se combina el uso oral de cúrcuma con piperina, bromelaina o jengibre con aplicaciones locales. Una posible preparación sería diluyendo la cúrcuma en aceite de coco o en glicerina al 50%

ACEITES ESENCIALES

Después de estar muchos años en un segundo plano, la aromaterapia, empieza a estar muy presente en las prescripciones, en España. Los ACEITES ESENCIALES, son muy eficaces en su faceta antinfecciosa, y es uno de los recursos más empleados para combatir las micosis cutáneas. La aparición de resistencias a los antibióticos, hace que se estudien actualmente estos productos con interés.

Los aceites esenciales más eficaces son los ricos en fenoles: eugenol,  timol, carvacrol y otros ricos en alcoholes terpenicos o aldehídos terpenicos como geraniol o citral: En la práctica, los más activos son los siguientes: clavos, canela ramas (rico en eugenol), tomillo timol y tomillo zigys, (ambos ricos en timol) tomillo o ajedrea (ricos en carvacrol)  tomillo geraniol, geranio, palmarosa (ricos en geraniol), sándalo (con santalol). Árbol del te o tea tree (terpineno 1 ol 4). Citronela, lemongrass (ricos en citral). Eucaliptus citriodora (rico en citronelal). Canela corteza (aldehído cinámico) (este último es más sensibilizante). La primera intención, balanceando eficacia y tolerancia sería los ricos en geraniol.

Una mezcla de geranio rosa con sándalo se mostro muy eficaz en test in vitro. Phytoaromathérapie appliquée à la dermatologie (Jean-Pierre Chaumont,Joëlle Millet-Clerc).

La aplicación de aceites esenciales ricos en terpenos de Pinos o Piceas no es eficaz como antifúngico, pero puede ser interesante en su actividad cortisónica, algunas veces se aplican con masaje en la región lumbar próxima a las suprarenales.

Algunos aceites esenciales poseen una acción antifúngica, asociada a una gran capacidad de penetración. Debido a la eficacia de los principios aromáticos, a título anecdótico, mencionaré, que en los USA no es raro el empleo popular del conocido producto Vicks Vaporub como antifúngico.

PRINCIPALES ACEITES ESENCIALES

Aceites esenciales que han demostrado acción antifúngica:

Palmarosade nombre científico Cymbopogon martinii: Es uno de los más empleados para las micosis cutáneas. Buena tolerancia cutánea.

Árbol del Té, de nombre botánico, Melaleuca alternifolia. Rico en Terpineno 1 ol 4 (monoterpenol), es muy conocido por su acción antibacteriana y además  está demostrando una acción antifúngica importante. La piel lo tolera muy bien.

En 1996,  Nenoff P, Haustein U-F, Brandt W de la universidad de Leipzig, en Alemania, publicaron un estudio en la revista Skin Pharmacol que demostraba la eficacia “in vitro” sobre 26 cepas de dermatofitos y 54 levaduras. En 1998 y 2002, científicos australianos, han publicado dos estudios sobre la eficacia del aceite esencial de Árbol del Té (Tea Tree ) respectivamente sobre Candida albicans y hongos filamentosos. (Hammer,Carson,Riley =  J Antimicrob. Chemother. 1998 Nov; 42(5) y 2002 Aug; 50 (2). 

Los dermatólogos australianos Andrew C. Satchell et al. realizaron posteriormente un estudio doble ciego muy exitoso, para determinar la eficacia de diluciones al 25% y 50% de este aceite esencial en propilenglicol, una especie de glicerina, en el pie de atleta. Ambas proporciones fueron eficaces frente a placebo, en un tiempo de 4 semanas.

Geranio, de nombre botánico, Pelargonium. Buena tolerancia cutánea. Mencionados con buen efecto antifúngico. Las llamadas micosis cutáneas superficiales contagiosas, molestas y que producen picor y descamación, provocadas por hongos inapreciables a la vista responden bien a este aceite esencial.

Citronelas y Lemongras, de nombre botánico, Cymbopogon flexuosus, Cymbopogon citratus, Cymbopogon nardus, etc. son del mismo género botánico que la palmarosa. Buena tolerancia cutánea.

Eucalipto, el clásico Eucaliptus globulus, tiene buena tolerancia cutánea y gran penetrabilidad. En cosmética se emplea a veces para mejorar la penetración transcutánea de principios activos. El Eucalipto citriodora aúna unas virtudes antinflamatorias y antifúngicas.

Ajedrea, de nombre Satureja vulgaris. Se debe emplear diluida, para una adecuada tolerancia cutánea.

Clavos, el aceite esencial de clavos (Eugenia cariophylata), es rico en Eugenol que a demostrado acción favorable contra los hongos, comparable al antifúngico sintético hexaconazol. Se ha mostrado muy eficaz sobre Candida Albicans, tanto como una muestra de nistatina. En un 75% de los casos produjo mejoras en sujetos afectados de candidiasis.

Canela, es el Cinnamomum zeylanicum. Las ramas de la canela, como el clavo, son muy ricas en Eugenol, y aparecen en muchos estudios de antifúngicos. La corteza  es generalmente más valorada y empleada, como especia, es rica en aldehído cinámico y también posee la acción. Es bastante mas cara.

Laurel, el Laurus nobilis es uno de los aceites esenciales más eficaces como antifúngico.

Estudios realizados por los agrónomos italianos Ugo de Corato, Oliviero Maccioni lo han demostrado eficaz incluso para evitar las plagas del campo de origen fúngico. (Department of Biotechnologies, Agroindustry and Health Protection –Trisaia Research Centre – Italia)

Tomillos, los Thymus vulgaris, ricos en fenoles, tienen eficacia contra los hongos cutáneos.

Un estudio realizado en Portugal, en los departamentos de microbiología de la Universidad de Oporto, y en el departamento de farmacología de la Universidad de Coimbra mostró la acción antifúngica de los aceites esenciales de tomillo Thymus vulgaris y Thymus zigys, los más adecuados serían los quimiotipos ricos en carvacrol y timol.

Lavanda, diversas especies de Lavandula sp.

Tuvo mucho eco un estudio también realizado en Portugal, en 2011, por  los profesores Lígia Salgueiro y Eugénia Pinto,  sobre la actividad antifúngica de una especie de Lavanda, del sur de Portugal, Lavanda viridis, sobre unas muestras de dermatófitos responsables de los hongos en piel y uñas y también de levaduras, entre ellas Candida albicans.

Algunos autores prefieren el lavandin, híbrido estéril de lavanda, y también el espliego (Lavandula spica), por su mayor contenido en cetonas y alcoholes que la Lavándula oficinalis.

Jengibre, es el Zingiber officinalis, que posee también acción antinflamatoria y antifungica.

Katafray, llamado en botánica Cedrelopsis Graveii, muy empleado en aromaterapia por su acción antinflamatoria local, poseería también interesante actividad en las micosis cutáneas.

También son interesantes, el Anthemis Nobilis, de nombre común Manzanilla Romana, el Limón, y el Eucaliptus Citriodora.

UN ESTUDIO EN LA INDIA

En un estudio efectuado en la India en 2008, sobre aceites esenciales del sur de Asia, de empleo tradicional,  (justificado por el gran empleo de antimicóticos sintéticos en este país,  que por su climatología húmeda presenta gran incidencia de infecciones por hongos), y realizado sobre dos especies de hongos patógenos, se mencionan varios aceites esenciales interesantes, de los mencionados en párrafos anteriores.

“Antifungal Activity of Essential Oils from Indian Medicinal Plants Against Human Pathogenic Aspergillus fumigatus and A. niger” Sunita Bansod and Mahendra Rai Department of Biotechnology, Amravati University, India.

Los aceites esenciales más eficaces según este estudio fueron: palmarosa, Eucaliptus Glóbulus  y canela “ramas”.  Resultando incluso más eficaces que el control: Nitrato de Miconazol.

Cymbopogon citratus mostró actividad parecida al control, y también mostraron una actividad apreciable: una variedad de menta (Mentha spicata), clavos, Ashwagandha y jengibre.

Otros aceites esenciales como: ajowan (Trachyspermum), cominos  (Cuminum cyminum), ajo (Allium sativum), albahaca (especie, Ocimum sanctum), hinojo (Foeniculum vulgare) y cardamomo (Elettaria cardamomum) mostraron menos actividad.

MODO DE EMPLEO

Se emplean en forma pura, y si el aceite esencial resulta agresivo para la piel, en la forma más concentrada posible, diluidos en alcohol, glicerina vegetal o en aceites vegetales, en cuyo caso aprovecharemos los posibles efectos favorables de un aceite portador.

Como norma general, si la piel esta fragilizada o sensible no deberán emplearse concentraciones tan altas de aceites esenciales, y se buscara una base poco agresiva. La concentración de aceites esenciales será débil o media, alrededor del 5%-7% en uñas y 2%-5% sobre piel. También se debe tener en cuenta la zona de aplicación, vigilando ojos, mucosas, glande, vulva y zonas sensibles en general.

Los aceites esenciales, se emplean en aplicaciones locales dos veces al día, durante periodos desde 1 mes en micosis cutáneas hasta 6 meses en micosis en las uñas. Esta duración es el tiempo que tarda la uña en crecer y se debe mantener el tratamiento.

No todos los aceites esenciales de carácter antiséptico por vía oral son eficaces y bien tolerados de forma local sobre los hongos y viceversa.

ASOCIACIONES DE ACEITES ESENCIALES. BASES PARA EL EMPLEO

La mayoría de preparados antifúngicos comercializados a base de aceites esenciales presentan asociaciones de varios de ellos, lo cual al parecer aumenta su eficacia. Las combinaciones pueden ser muchísimas. 
Es conveniente emplearlos asociados con otros aceites esenciales de perfiles que favorezcan la resolución de los problemas colaterales, de la piel como picor, e inflamación.

Se emplearan como bases productos como alcohol, glicerina que aportan una buena solubilidad u otros aceites vegetales que aporten una ventaja, un doble efecto, el de vehículo y su propia acción favorable.

Ejemplos:

Aceite de coco: rico en ácido láurico, cáprico y caprílico con acción antiséptica y antifúngica. En el cuerpo el ácido láurico se transforma en monolaurina de acción antiséptica frente a bacterias y virus.

Aceite de nigella o comino negro (nigella sativa): Es rico en timoquinona, que se ha demostrado posee acción inhibidora del crecimiento fúngico y bacteriano. Tiene también acción antinflamatoria. Tenemos que tener en cuenta que las bacterias sobreinfectan las infecciones fúngicas. Fabienne Orsi, La nigelle, une épice d'intérêt médicinal, Thèse, Faculté de pharmacie de Grenoble,‎ 2005.

Aceite de tamanu o calophyllum: Como ocurre con el aceite de coco, se vuelve una pasta por debajo de cierta temperatura y se conserva muy bien. Se emplea siempre diluido al 20-30% en otros aceites, que además mejoran su penetración, como el de avellanas. Tiene acción calmante del picor y antinflamatoria, adecuada en micosis cutáneas y herpes, y es una buena base para aplicar aceites esenciales. No se usa por vía oral. Es rico en calaustralina e inofiloides de acción reparadora y cictrizante.

Aceite de neem: El aceite graso obtenido del neem (Azadirachta indica), mostró acción favorable, en el estudio de la India antes mencionado, pues fue comparado frente a placebo como los aceites esenciales, pues es muy abundante en la India. 
Aceite de hipérico: Tradicionalmente usado, con acción antinflamatoria local.

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